
Después de dos años regidos por las consecuencias de la pandemia, La Bañeza y Comarca han recuperado la actividad agrícola, industrial, comercial, festiva y turística que las caracteriza convirtiéndolas en un referente para los miles de personas que cada año las visitan.
Una vez más, este Especial de Primavera se ha hecho realidad gracias al apoyo de suscriptores, anunciantes, colaboradores y lectores que siguen con fidelidad impagable esta publicación ya nonagenaria.
Volvemos a insistir en que, si queremos que estas tierras bañezanas sigan siendo centro de mercado, debemos respaldar a cuantos negocios ofrecen sus productos y servicios, dado que, en caso contrario, será imposible que se mantenga la población y los jóvenes apuesten por quedarse en ellas. Los pequeños comercios –que, no lo olvidemos, son la base de la economía local–, además de vitalizar nuestras calles, ofrecen cercanía, trato personalizado…
También debemos preocuparnos porque las administraciones públicas, a cuyos representantes se les llena la boca hablando de la importancia del mundo rural al que pertenecemos, inviertan en la mejora de los servicios –sanidad, comunicaciones, conexiones a internet…–, lo que, sin lugar a dudas, hará posible la atracción de personas que valoran la calidad de vida que no pueden disfrutar en las grandes ciudades.
Así que, dejémonos de quejarnos y luchemos, cada uno dentro de nuestras posibilidades, para lograr esa ciudad y comarca imprescindibles y siempre acogedoras.