
Jose Manuel Pérez Villar
Este poema se lo dedico a todas las personas que se han ido y se irán durante el confinamiento, y a sus seres queridos.
Eras mamá
también papá.
Tenias amigos.
Como flor
en un rosal
te vi resplandecer.
Como rosa marchita
tus pétalos vi caer.
Te miré
y al abrir los ojos
sonreíste.
Mientras te ibas,
mis lágrimas
empapaban mi sonrisa.
No nos volvimos a ver.
Cerraste los ojos,
yo no te vi.
Me buscaste,
pero no me encontraste.
No pude abrazarte.
Me perdí tu último beso.
Se me paró la respiración.
Te llevaré siempre en mi corazón.