
Miguel Ángel Rabanal
«Los animales se alimentan, el hombre come; sólo el hombre de talento sabe comer» (Anthelme Brillant-Savarin)
Antes de entrenar no se deben hacer comidas muy copiosas, ni pesadas, y mucho menos antes de competir.
Tampoco debemos tomar alimentos ricos en azúcares simples, en contra de lo que muchos pueden pensar para tener más energía, pues nos podría producir el efecto contrario al esperado.
Opción correcta 1: No desayunar.
Si el entrenamiento es temprano, no es muy largo y no apetece demasiado, recomiendo prescindir de cualquier ingesta previa, ya que hacerlo en ayunas favorecerá ciertas rutas metabólicas beneficiosas para mejorar una flexibilidad metabólica adecuada, además de poder sentirte más a gusto con el estómago vacío, pues la digestión y la actividad física al mismo tiempo no son cosas compatibles.
En este caso, será mejor desayunar después de entrenar, ingiriendo agua u otros líquidos nada más llegar, y tras estirar y ducharte tomar el desayuno.
Opción correcta 2: Desayunar lo adecuado.
Si la actividad no es muy temprano, te apetece o vas a competir y optas por desayunar, elige muy bien alimentos que te vayan a sentar bien y te apetezcan, porque por muy buena que sea una receta que os recomienden,
……………..(Puede leer el artículo completo en nuestra edición impresa)