
Acompañados de varios sacerdotes, jóvenes de diferentes puntos de la Diócesis de Astorga, entre los que se encontraban algunos bañezanos, vivieron el Magosto Diocesano en un ambiente de amistad y alegría en Villafranca del Bierzo, el domingo 11 de noviembre.
A las 10:00 horas arribaron a la hermosa localidad berciana y realizaron visitas a monumentos y lugares antes de asistir a una eucaristía en la Colegiata. Luego compartieron la comida y las sabrosísimas castañas asadas, pintándose las caras entre risas, y visitaron el Monasterio de la Anunciada, donde tuvo lugar la oración y despedida hasta otro año, con abrazos y promesas de volverse a encontrar.
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